martes, 6 de junio de 2017

LA VIDA EN EL SIGLO XVII. 3º C

Para que podáis comprobar cómo han investigado sobre la vida durante este período histórico vuestros compañeros y compañeras, aquí os dejo el enlace.

La Literatura del Barroco. 3º C

Un trabajo más sobre este período, centrado ya en la Literatura propiamente dicha.

Literatura barroca. La época. 3º C

Los aspectos políticos, sociales y culturales del Barroco son importantes para comprender la literatura creada durante el período. Aquí podéis consultar el trabajo de vuestros compañeros y compañeras.

Literatura barroca. La vida en el siglo XVII. 3º A

En este trabajo vuestros compañeros y compañeras exponen cómo era la vida en el siglo XVII.

lunes, 5 de junio de 2017

POESÍA BARROCA 3º C. SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ


                                  REDONDILLAS

Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?

Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

                        Sor Juana Inés de la Cruz

Versión libre

Los maltratadores son mala gente,
sus acciones son infinitamente negativas,
unas veces hiriendo y otras molestando,
mires donde mires,
siempre hay otros miserables.
Un ciudadano de bien es respetuoso con el mundo
en todas sus facetas,
respetando sin menospreciar a nadie por su sexo.
La mujer sofisticada
lleva la belleza en la simplicidad,
lo que nunca ha de suponerle un esfuerzo diario,
todo lo contrario, ya que eso le resultaría negativo
como el incidente que no debió ser así
siempre inamovible.


TEATRO BARROCO 3º C. CALDERÓN


LA VIDA ES SUEÑO
PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA

[Jornada I]

 Sale en lo alto de un monte ROSAURA en hábito de hombre, de camino, y en representando los primeros versos va bajando.


ROSAURA:

Hipogrifo violento,
que corriste parejas con el viento,
¿dónde rayo sin llama,
pájaro sin matiz, pez sin escama
y bruto sin instinto
5
natural, al confuso laberinto
de esas desnudas peñas te desbocas,
te arrastras y despeñas?
Quédate en este monte,
donde tengan los brutos su Faetonte;
10
que yo, sin más camino
que el que me dan las leyes del destino,
ciega y desesperada,
bajaré la cabeza enmarañada
deste monte eminente
15
que arruga el sol el ceño de la frente.
Mal, Polonia, recibes
a un extranjero, pues con sangre escribes
su entrada en tus arenas;
y apenas llega, cuando llega a penas.
20
Bien mi suerte lo dice;
mas ¿dónde halló piedad un infelice?


(Sale CLARÍN, gracioso.)


CLARÍN:
Di dos, y no me dejes
en la posada a mí cuando te quejes;
que si dos hemos sido
25
los que de nuestra patria hemos salido
a probar aventuras,
dos los que entre desdichas y locuras
aquí habemos llegado,
y dos los que del monte hemos rodado,
30
¿no es razón que yo sienta
meterme en el pesar y no en la cuenta?

[...]

(Descúbrese SEGISMUNDO con una cadena y a la luz, vestido de pieles.)


SEGISMUNDO
¡Ay mísero de mí! ¡Y ay infelice!
    Apurar, cielos, pretendo
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
105
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
110
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
    Sólo quisiera saber,
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
115
el delito de nacer),
qué más os pude ofender,
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
120
¿qué privilegios tuvieron
que yo no gocé jamás?
    Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma,
125
o ramillete con alas
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma:
130
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?
    Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas,
135
gracias al docto pincel,
cuando, atrevido y crüel,
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto:
140
¿y yo con mejor distinto
tengo menos libertad?
    Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas
145
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío:
150
¿y yo con más albedrío
tengo menos libertad?
    Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
155
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad,
el campo abierto a su ida:
160
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad?
    En llegando a esta pasión
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
165
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegio tan süave,
excepción tan principal,
170
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?

LA VIDA ES SUEÑO
Versión libre

Ya han pasado diez meses desde que Adolfo abandonase a Rosaura cuando estaba a punto de casarse con ella, la mañana del día de la boda, Rosaura se despertó sin su prometido a su lado, y tras oír el motor de un coche, observó como aquel honda rojo se alejaba llevándose las ilusiones de Rosaura con él. Fueron días en los que su familia fue la encargada de animarla y hacerla sonreír, y fueron ellos quienes le dieron la idea de ir a buscar a su futuro esposo a su país natal.
Tras esto, se disponía a coger un avión rumbo a Polonia, para encontrar a ese egocéntrico hombre que la había abandonado el día de la boda sin previo aviso, y sin mostrar síntomas de desamor, sin embargo cinco meses estuvo buscándolo sin resultado, y Rosaura decidió establecerse en ese lugar, aún sin esperanzas de encontrar a quien habían venido a buscar.

Fue esta decisión la que le daría otra oportunidad, ya que poco después, en uno de sus viajes por Polonia, presenció como un hombre discutía fuertemente con su padre, el cual acusaba a su hijo de la muerte de su madre tras un accidente en el que el joven iba de conductor. Tras un mes en coma la madre había fallecido, y desde entonces la relación entre Segismundo y su padre no había vuelto a ser la misma, llegando a culparle de todo. La discusión se agravó y el hombre terminó echando a su hijo de casa, amenazándole de que no volviera. Rosaura fue a darle su apoyo y Segismundo, arisco, pero apenado, le contestó que olvidara todo lo ocurrido, sin embargo, Rosaura decidió invitarle a viajar con ella y un nuevo sentimiento iba apareciendo en el corazón del chico, un amor que jamás sería correspondido, pues pocos días después, Rosaura halló a su adinerado prometido apostando a simples juegos de cartas. Segismundo se preguntó cómo un hombre podía prestarle más atención al juego que a su prometida. El chico presenció una pequeña discusión entre los amantes, y se dio cuenta de que a él solo le importaba el físico de ella, sin embargo, lo de ella parecía angustia, pero no por su matrimonio, ni por el hecho de que el la abandonara. Segismundo continuó escuchando la discusión, y lo entendió todo; Rosaura es de familia humilde, y el matrimonio con alguien rico sería lo único que le haría conseguir el dinero suficiente para curar la enfermedad de su hermano...


Ya han pasado once años desde que partí con ella a Polonia, la fortaleza de mi amiga siempre me ha sorprendido, nunca fue cobarde como lo soy yo, y el destino le ha dado una recompensa, por fin pudo volver a estar con su hermano aunque tuviera que casarse con Adolfo para conseguirlo…en cuanto a Segismundo, bueno, sé muy bien que fue de él, como también sé que le encanta ponerme motes con tal de no decir Clarín.

TEATRO BARROCO 3º A. CALDERÓN DE LA BARCA

LA VIDA ES SUEÑO
PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA

[Jornada I]

 Sale en lo alto de un monte ROSAURA en hábito de hombre, de camino, y en representando los primeros versos va bajando.


ROSAURA:


Hipogrifo violento,
que corriste parejas con el viento,
¿dónde rayo sin llama,
pájaro sin matiz, pez sin escama
y bruto sin instinto
natural, al confuso laberinto
de esas desnudas peñas te desbocas,
te arrastras y despeñas?
Quédate en este monte,
donde tengan los brutos su Faetonte;

que yo, sin más camino
que el que me dan las leyes del destino,
ciega y desesperada,
bajaré la cabeza enmarañada
deste monte eminente

que arruga el sol el ceño de la frente.
Mal, Polonia, recibes
a un extranjero, pues con sangre escribes
su entrada en tus arenas;
y apenas llega, cuando llega a penas.

Bien mi suerte lo dice;
mas ¿dónde halló piedad un infelice?



(Sale CLARÍN, gracioso.)


CLARÍN:
Di dos, y no me dejes
en la posada a mí cuando te quejes;
que si dos hemos sido
25
los que de nuestra patria hemos salido
a probar aventuras,
dos los que entre desdichas y locuras
aquí habemos llegado,
y dos los que del monte hemos rodado,
30
¿no es razón que yo sienta
meterme en el pesar y no en la cuenta?

[...]


(Descúbrese SEGISMUNDO con una cadena y a la luz, vestido de pieles.)


SEGISMUNDO
¡Ay mísero de mí! ¡Y ay infelice!
    Apurar, cielos, pretendo
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
105
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
110
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
    Sólo quisiera saber,
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
115
el delito de nacer),
qué más os pude ofender,
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
120
¿qué privilegios tuvieron
que yo no gocé jamás?
    Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma,
125
o ramillete con alas
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma:
130
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?
    Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas,
135
gracias al docto pincel,
cuando, atrevido y crüel,
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto:
140
¿y yo con mejor distinto
tengo menos libertad?
    Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas
145
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío:
150
¿y yo con más albedrío
tengo menos libertad?
    Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
155
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad,
el campo abierto a su ida:
160
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad?
    En llegando a esta pasión
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
165
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegio tan süave,
excepción tan principal,
170
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?














LA VIDA ES SUEÑO
VERSIÓN 1

Este fragmento de La vida es sueño relata el último tramo del viaje de Rosaura y Clarín desde Moscovia al encuentro de Segismundo, heredero al trono de Polonia que se halla encadenado y preso en una torre. Aunque Rosaura le propone a Clarín que la deje entrar sola en Polonia, él insiste en acompañarla hasta el final. A punto de caer la noche, se hallan en un monte desde el cual vislumbran lo que les parece un pequeño palacio y a propuesta de Clarín se acercan con la esperanza de ser acogidos hospitalariamente. Al llegar, ven que la puerta está abierta y oyen un ruido de cadenas y a Segismundo que se lamenta por su falta de libertad.
Con razones muy poéticas y sentidas, Segismundo se dirige al cielo para pedir una explicación por la situación que está viviendo. Se queja del agravio comparativo que sufre frente a otras criaturas de la naturaleza, que a pesar de ser inferiores en alma, albedrío, vida, etc., disfrutan de una mayor libertad ya que pueden moverse sin cortapisas en tierra, mar y aire. Mientras, él se ve recluido entre los muros de la torre donde su padre lo ha encerrado para evitar que se cumpla lo que el monarca considera su inexorable destino. (La visión determinista de Basilio, el rey de Polonia, le hacía creer que los malos augurios que se habían profetizado sobre su hijo, heredero , era inevitable que se cumpliera; es decir, no creía en el libre albedrío del hombre).
Segismundo, desesperado, reprocha a Dios que le haya negado la libertad que ha concedido a seres inferiores. En este momento de la jornada, Segismundo se percata de la presencia de Rosaura, y esta se dirige a él, estableciéndose contacto entre ellos.


POESÍA BARROCA 3º C. QUEVEDO

Miré los muros de la patria mía


Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salime al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.


Francisco de Quevedo























Versión 1

Después de trece años
su vida tan humilde
y ahora eso acabó.
Ha fallecido ya.

Su exitosa e intocable
influencia, para poseer
u poder cambiar un día
desde hace tres años.

Ha dejado huella
siempre con trabajo
siempre con éxito
con gran fortuna.

En sus grandes días
dio y cogió magdalenas
en otros, azúcar moreno,
pero sobre todo, humildad.

El talento, el esfuerzo
y la inteligencia
lo convirtieron en una leyenda.

Versión 2

Trece años con ganas de vivir
tiempo suficiente de vida.
Niños por las calles
trabajando en el campo.

No voy a poder cambiar esto
de un día para otro.

Padre, duele ver esos campos.
ya no son los de antes.
Grandes áreas cerraron
en un país de fantasía.